Hojas
No es correcto pensar en el cielo,
cuando hay hojas muertas en verano,
cuando la noche sigue siendo salvaje.
Cuando el aire corre y sopla muchas hojas muertas,
en otoño también, no es correcto.
Siguen cayendo las hojas,
el tallo va quedando solo,
los niños juegan y las lanzan al aire, las cuentan, uno, dos, tres...
las hojitas pequeñas se hacen compañia, ya no lloran,
están unidas, están muertas.
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